El trabajo cooperativo, aplicado a la educación, es un método de enseñanza donde el docente involucra de forma activa a los alumnos en el proceso de aprendizaje.
El trabajo cooperativo es esencial para que los alumnos puedan adquirir valores que les ayudarán a tener un desarrollo y crecimiento personal muy enriquecedor. Además, esta forma de trabajar les permitirá desarrollar algunas habilidades que les serán de gran utilidad en el futuro. Veamos, a continuación, algunos de los valores que puede adquirir el alumnado con esta metodología de trabajo.
- Responsabilidad individual y grupal: si un miembro del grupo no hace su parte del proyecto, al final el equipo no podrá conseguir la meta propuesta. Por eso, el trabajo cooperativo ayuda al alumnado a desarrollar tanto su responsabilidad individual como grupal.
- Humildad: el trabajo cooperativo permite que todos los miembros de un grupo se sientan iguales. Todos tendrán una parte de la tarea que hacer, pero nadie estará por encima de nadie. No están compitiendo entre sí. Pensemos en un barco y en que uno de sus integrantes quiere remar más rápido que los demás. El barco puede terminar volcando si no reman todos de forma coordinada.
- Asertividad: realizar un proyecto en grupo es muy importante para desarrollar la asertividad. Saber gestionar las diferencias de opiniones, decir «no» a una idea descabellada y que cada uno de los miembros pueda sentir sus opiniones escuchadas es importante. Además, junto con este valor puede desarrollarse el del respeto.